Con esta reseña introductoria, a la serie de estudios novotestamentarios que en la misma se desarrollan, se pretende poner de manifiesto lo que del análisis serio y riguroso del texto bíblico (estudio exegético y hermenéutico de la Revelación de Dios) se deduce, y las tradiciones que, frente al mismo, han sido elaboradas a lo largo de dos mil años de Historia; de tal manera que se cumple, una vez más, las aseveraciones del Señor Jesucristo cuando afirmó: con vuestras tradiciones habéis invalidado la Palabra de Dios. Tenemos que decir que no solo la han invalidado, sino que la continúan invalidando.

Así trataremos todo lo que las tradiciones humanas han hecho con los verdaderos fundamentos doctrinales de la Revelación de Dios, especialmente aquellos que tienen que ver con los contenidos del Nuevo Testamento.

La defensa (apologética) de los verdaderos contenidos de la fe, es una misión primordial que debe ser ejercido por la Iglesia (versus Iglesias locales ) Total o Universal. Corresponde a los Pastores y Maestros equipar a los creyentes para el ejercicio apologético allí donde se necesario ejercerlo. Tanto las grandes denominaciones como las pequeñas han elaborado sus tradiciones (plasmadas en estatutos), que en tantas ocasiones están por encima de la letra y del Espíritu de la Escritura.

Solo mencionaremos aquellas tradiciones que afectan a Católicos, Protestantes y Evangélicos. Así afirmamos que:

• Las denominaciones no son bíblicas, ni cristianas.

• Que el único fundamento de la iglesia es Jesucristo como Piedra angular

• Que los denominados sacramentos son alienantes y conducen en tantas ocasiones al ateísmo. Son fraudulentos.

• Que en la celebración de la Mesa del Señor (Cena del Señor o Fracción del Pan) no se produce transustanciación orgánica, ni espiritual alguna.

• La extremaunción no está escrita para la muerte, sino para la vida.

• La indisolubilidad del matrimonio tampoco es bíblica: el divorcio la rompe.

• El bautismo no imparte gracia, es el único testimonio público por antonomasia, y es un acto para creyentes con conciencia de que lo son.

• La Biblia no habla ni de bautismo de niños, ni de limbo de los mismos.

• El término Trinidad o Santísima Trinidad no es bíblico.

• El gobierno de la iglesia no es piramidal. Los Ancianos, Obispos o Pastores lo son si reciben ese don de Dios y no por títulos recibidos en seminarios.

• Los hombres no tienen poder para casar a nadie, solo Dios lo tiene. El matrimonio no es un sacramento.

• Solo hay dos mandamientos ordenados por Dios: el Bautismo para creyentes y la Mesa de Señor para los que han creído y se han bautizado en el nombre de Jesucristo.

• El diezmo no es una práctica bíblica novotestamentaria, sino que pertenece al antiguo régimen veterotestamentario.

En esta serie de estudios el oyente encontrará otros aspectos, fruto de las tradiciones de los hombres, que en esta reseña no se apuntan.