El LIBRO, que conocemos como «EL LIBRO DE LOS SALMOS», está constituido a su vez por cinco libros. El libro I comprende los primeros 41 salmos. Recomendamos para el estudio de este primer libro el comentario de Juan Valdés. El segundo libro comprende los salmos 42 a 72. El III Libro abarca los salmos 73 a 89. El cuarto libro incluye los salmos 90 a 106 y el V libro, recoge los Salmos 107 a 150. En este último libro se enmarcan los denominados Canticos graduales (Salmos del 120 al salmo 134).

Como sabemos el Pueblo de Israel dividía las ESCRITURAS del Antiguo Testamento en tres secciones:

LA LEY (la Torá) que comprendía los primeros cinco libros de la Biblia (Génesis, Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio), LOS LIBROS PROFÉTICOS Y HISTÓRICOS y una tercera división que comprendía LOS LIBROS HAGIÓGRAFOS (Libros Poéticos y los denominados Libros de la Sabiduría), a esta última sección, como libros poéticos por excelencia pertenecen LOS SALMOS.

Los libros de los Salmos constituyen UNA JOYA DE LA LITERATURA UNIVERSAL. El conjunto de los libros de los Salmos es la obra de diferentes autores, y no todos se escribieron en el mismo tiempo. Entre los autores, más conocidos y destacados, figuran: el Rey David con 73 salmos; Asaf, con 12 salmos; los hijos de Coré con 11; Salomón 2, y Moisés y Etán con uno cada uno. Hay unos 50 Salmos de autor desconocido y la LXX (versión griega del hebreo, realizada por primera vez en la ciudad de Alejandría por unos 72 fieles creyentes y eruditos judíos, casi 200 años A.C.) añade a Hageo y a Zacarías como autores de 5 salmos. No parece existir evidencia positiva contra el punto de vista tradicional de que la mayoría de los salmos fueron escritos sobre el año 1000 antes de Cristo. 

Los Salmos expresan profundas verdades en un estilo poético y delicado y son capaces de llegar con su mensaje a los estratos más profundos del corazón humano. Contienen extraordinarias enseñanzas sobre la esfera de la intimidad de los seres humanos y como se devienen los movimientos más ocultos del corazón, que desde niveles inconscientes, dirigen y condicionan nuestra conducta. Contienen enseñanzas bellísimas sobre el amor de Dios, y los denominados salmos mesiánicos apuntan los contenidos fundamentales de la Historia de la Salvación: nos hablan del SOTER (del Salvador) y de su ACTO SOTERIOLÓGICO en la Cruz del Gólgota.

Los Salmos que en esta serie se exponen, constituyen una pequeña muestra de la belleza, grandeza y trascendencia que los libros de los Salmos contienen, y abren al Ser Humano la posibilidad de alcanzar la verdadera realización metafísica y Eterna.